Jet Boy es una película dramática estadounidense del año 2001 dirigida por David Schultz e interpretada por Branden Nadon y Dylan Walsh en papeles principales. En ella, un adolescente de trece años llamado Nathan (Branden Nandon) viaja por Canadá buscando a su padre ausente.

Nathan es un adolescente que vive con su madre adicta a la heroína, por lo que se prostituye a fin de poder comprarle la droga que necesita y conseguir algo de dinero. Sin embargo, su madre repentinamente muere por una sobredosis, por lo que Nathan es trasladado a una comisaría para ser entregado a los servicios sociales. Al mísmo tiempo Boon, un presunto prófugo y maleante es interrogado en la habitación continua. No obstante, Nathan decide huir ante la llegada de una trabajadora social, y emprende un viaje rumbo al oeste, para encontrar a su padre que vive en Vancuver.

Tras viajar solo por unas horas termina descansando en una bencinera, en donde conoce a Boon, sentandose frente a él en la mesa en la que éste comía. Nathan, hambriento y sin dinero le pregunta si se dirige al oeste, pero Boon, esquivándolo, le responde que viaja al este. Nathan se da cuenta de que le está mintiendo, porque lo vio llegar desde esa dirección. Boon, molesto por su intromisión, le regala su comida y se levanta, dejando solo al adolescente. Una vez fuera Bonn utiliza una cabina telefónica, y decide anotar en el polvo de un auto un número que le están dictando. Bonn, sin embargo, se descuida y Nathan borra el número no sin antes memorizarlo, a fin de extorsionarlo para que lo lleve consigo. Boon, sin otra opción,accede.

Así inician un viaje por Canadá rumbo al oeste. En él, ambos se conocerán mutuamente. Por un lado, Boon se reconciliará con su lado humano y generoso, y Nathan finalmente encontrará al padre que tanto buscó.

La película es considerada dura en cuanto a la realidad en la que vive Nathan, quien practica la prostitución, y vive en un ambiente alcoholizado y drogadicto, por lo que también bebe a su corta edad. Las escenas sexuales como tales no son representadas, pero sí dadas a entender como evidentes signos, como las heridas en la espalda que lleva consigo Nathan, consecuencia de agresiones que sufre a manos de los hombres que le contratan. Al mismo tiempo queda en evidencia la carencia paternal que sufre el adolescente, quien está en un absoluto abandono emocional, por lo que se prostituye también para buscar el cariño que le falta.