La "Ilustre Fregona"
Sáb 18 Oct 2014La 'Ilustre Fregona', o cómo funciona el 'pinkwashing' por Ramón Martínez para www.cascaraamarga.com
En varios artículos he hablado ya del pinkwashing, la estrategia de limpieza de imagen empleada por diversas entidades que utilizan la defensa de los derechos de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales como una forma de enmascarar otras políticas discriminatorias. Son muchos los casos conocidos, quizá el más célebre el del Estado de Israel, denunciado en diversas ocasiones por emplear esta técnica para esconder el tratamiento que ofrece a los ciudadanos de Palestina. Pero yo quiero desarrollar aquí la idea de que, en sentido amplio, el pinkwashing puede llegar a utilizarse también para maquillar no sólo otras discriminaciones, sino la propia opresión a las personas no heterosexuales.
Jesús Posada, Presidente del Congreso de los Diputados, Jorge Fernández Díaz, Ministro de Interior, Miguel Arias Cañete, en vías de convertirse en Comisario Europeo de Medio Ambiente, Arsenio Fernández de Mesa, Director de la Guardia Civil, Tomás Burgos, Secretario de Estado de la Seguridad Social, y muchos otros son los nombres de la infamia, los putrefactos, los salvajes, los que en 2005 se atrevieron a firmar en nombre del Partido Popular el recurso contra la reforma del Código Civil que abría las puertas al matrimonio igualitario en España. La mayor parte, tres de cada cuatro, siguen haciendo política. Ninguno ha pedido perdón. A nadie sorprenderá, por esto, que si he de buscar como ejemplo de pinkwashing una entidad caracterizada por su continuo ataque a la dignidad de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales sea el Partido Popular el que primero se me venga a la cabeza, porque al menos cada cuatro años debe presentarse a unas elecciones y necesita fingir que no está absolutamente corrompido por el más ferviente desprecio hacia las personas que no somos heterosexuales ni cisexuales. Vamos a ver, en las siguientes líneas, qué estrategias para blanquear su imagen, o al menos intentarlo, emplea este partido político para ocultar todos los despropósitos a que nos tiene acostumbrados, tomando como referente el Partido Popular de Madrid, y quizá descubramos quién o quiénes son los encargados de limpiarle al PP las vergüenzas, quiénes son sus ilustres fregonas:
1. Una política de subvenciones adecuada
Todo empezó en 2002, con Gallardón como Presidente de la Comunidad de Madrid, cuando el ya felizmente exministro de Justicia, para asentar su imagen progresista –entonces–, otorgó al colectivo COGAM una subvención para generar un Servicio de Información a Homosexuales y Transexuales (los bisexuales también estarían hipotéticamente incluidos, pero no en el nombre). La semilla del pinkwashing estaba sembrada y sólo había que regalarla.
2. Una boda es un lugar perfecto para el pinkwashing. Una unidad de género, más
que agradece específicamente a Javier Gómez y Manuel Ródenas su implicación en el proyecto.
Poco después de la aprobación del matrimonio igualitario, en 2006, Gallardón vuelve a promover una imagen de "tolerancia" celebrando él mismo una boda entre dos personas del mismo sexo cercanas al Partido Popular: Javier Gómez, coordinador de la Plataforma LGTB del Partido Popular y Tesorero de Cogam ya en 2002, y Manuel Ródenas, coordinador del Servicio de Información mencionado, que en 2007 abandona la sede de Cogam y se transforma en el Programa de Información y Atención a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid. Esperanza Aguirre, en su llegada al pinkwashing, con su siempre "arrolladora" personalidad, afronta su segunda legislatura, hace institucional el órgano que antes era activista, y mantiene en él a sus trabajadores y coordinador, además de abrir la primera Unidad de Género en la región, con el aplauso desde COGAM de Mónica Martín, fundadora también de Transexualia,3. La foto importa: busca o compra fotos con personas del colectivo
Esperanza Aguirre es buena amiga de las fotografías y los titulares y, así, durante una visita a su PIAHT en 2008, afirma que se opone y se opuso al recurso del Partido popular contra el matrimonio igualitario, rodeándose de diversidad sexual y de género para una foto, y custodiada por Manuel Ródenas, tras ella. La estrategia de limpieza de imagen había culminado con Aguirre, a pesar de que posteriormente supimos de las interminables listas de espera y el habitual maltrato recibido por las personas transexuales en dicha Unidad de Género, del mismo modo que tiempo después conocimos que, casi al mismo tiempo en que la Presidenta se hacía fotos, la Comunidad de Madrid retiraba todas las subvenciones a la prevención del VIH.
4. Consejos vendo que para mí no tengo, vende en el extranjero lo que destrozas en casa
La intolerancia proverbial de Ana Botella, que ya fue abucheada al acercarse al Servicio de Información a Homosexuales y Transexuales en 2003, y que aseguró que no celebraría ningún tipo de bodas al heredar la corona municipal en 2011, más que posiblemente porque convulsionaba con la sola idea de tocar a dos personas que no fueran heterosexuales, propició que en sus primeros años de mandato de la Villa todo estuviera a punto de irse al traste. Así, en 2012 el Orgullo recibe una multa de 42.000 €, y otra de 160.000€ en 2013. Era necesario compensar las meteduras de pata y de este modo la alcaldesa empezó en 2014 a cantar por el extranjero las excelencias de Madrid como destino turístico gay, y sólo gay, seguramente mal aconsejada por el organizador de FITUR LGTB Juan Pedro Tudela, que aseguró este año que mejor fuera llamarlo sólo gay puesto que "los hosteleros podían pensar que iban a tener el hotel lleno de Cármenes de Mairena o de Venenos", declaraciones denunciadas por diversos colectivos, y en particular por la diputada Carla Antonelli. No obstante, la alcaldesa volvió a equivocarse, prohibiendo el uso de megafonía durante el pregón del Orgullo, que acabó convirtiéndose en un unánime "Botella dimisión". Los cambios de parecer de la alcaldesa provocaron una respuesta contundente de la oposición, que denunció la doble moral del Partido Popular, y la imagen gayfriendly que se había labrado el Partido Popular madrileño peligraba. Sólo podría ser salvada con la posible irrupción de Cristina Cifuentes en la órbita municipal, defensora del matrimonio igualitario en el XVII Congreso del Partido Popular, pero la delegada del Gobierno nos ha sorprendido este año y el pasado no sólo complicando seriamente el recorrido del Orgullo, sino poniendo en duda que nuestra reivindicación sea realmente una manifestación y, de este modo, dudando del derecho a manifestarse de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales.
5. Niégalo todo, o afirma rotundamente que a ti se te ocurrió antes
Otra técnica recurrente es intentar darle la vuelta a la realidad para conseguir llevar razón y, llegado el momento, afirmar que todo es gracias al trabajo de tu partido. Así, la diputada Ana Camins se atrevió en 2013, durante el debate en el pleno de la Asamblea de Madrid de una Proposición No de Ley que condenara el acoso escolar a jóvenes lesbianas, gais, bisexuales y transexuales, a negar la existencia de dicho bullying en la Comunidad de Madrid, y a afirmar que el pionero en la defensa de las personas no heterosexuales es el Partido Popular.
Como consecuencia de aquello, el Grupo Parlamentario Popular de la Asamblea de Madrid recibió el Ladrillo de la FELGTB, mientras se premiaba a los trabajadores –trabajadores, no a la entidad– del Programa de Información y Atención a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid, por su excelente trabajo. Más autonomía y capacidad de realizar su trabajo libremente tendrían, como en el Mio Cid, si tuviesen buen señor.
cayó ante la mayoría absoluta popular, que finalmente votó en contra. Quizá para compensar esto, a través de la estrategia ya mencionada de la subvención, la Comunidad vaya a incrementar este año el presupuesto del PIAHT, que será una gran noticia si se destina a los programas sociales que desarrollan sus trabajadores y no a fomentar la participación del coordinador del Programa, nuestro ya conocido Manuel Ródenas, en documentales como El sexo sentido, con la única intención de poner en duda el trabajo activista en favor de los menores trans y cuestionar sus derechos afirmando que existen "otros estudios". Quizá también para compensar estos errores este año no sólo hemos conocido la visita al PIAHT del Presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, acompañado del Embajador en España de Estados Unidos, que permitía una fotografía cuando rondaban las fechas del Orgullo, sino que han brotado unos misteriosos "Reconocimientos LGTB" de la Comunidad de Madrid que posibilitaron otra fotografía "muy progresista" del Consejero de Asuntos Sociales, Jesús Fermosel.
Algo parecido volvió a suceder este 2014, cuando la diputada Carla Antonelli, arropada por activistas y por todos los grupos de la Asamblea, incluido el PP, que prometió votar a favor, presentó la Ley Integral de Transexualidad de la Comunidad de Madrid, que6. Intenta apropiarte del trabajo ajeno
Por último, esta misma semana leíamos con sorpresa una noticia de Europa Press, "La Comunidad de Madrid pone en marcha el primer centro de mayores LGTB", que recogía la visita del Consejero Madrileño de Asuntos Sociales al centro de día que hace ya muchos meses abrió la Fundación 26 de Diciembre. Además, este mismo consejero apareció días antes junto a la Directora General de Servicios Sociales de la Comunidad, Carmen Anchuela, en la presentación de la Fundación Daniela –una interesante iniciativa de África Pastor, madre de Daniela, y coordinada por Isidro García, un gran especialista en el tema, que pretende generar más conocimientos sobre la cuestión de la transexualidad en menores– para intentar marcar territorio, con la colaboración de, como era de esperar, Javier Gómez y Manuel Ródenas, que allí estaban para arropar a la señora Anchuela cuando en el turno de palabra trató de defender la "progresista" postura de la Comunidad de Madrid frente a la transexualidad en menores, meses después de haber votado en contra la Ley Integral de Transexualidad.
Son varias las conclusiones que hemos de extraer después de desgranar las estrategias de pinkwashing del Partido Popular. En primer lugar, hemos de observar todas las acciones de las entidades clásicamente contrarias a nuestros derechos con especial reticencia, porque como sabemos hay varias formas de hacernos creer que son corderos, y no lobos, quienes vienen a mordernos. Por otra parte, es preciso que las asociaciones tengan cautela, para no ser instrumentalizadas. Hoy me preocupa especialmente Transexualia, una de las asociaciones más antiguas, que últimamente ha concedido premios al PIAHT, en 2006, a la Consejería de Asuntos Sociales en 2009, a la Directora General de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid en 2011, a Celia Villalobos y Agatha Ruiz de la Prada en 2013 y a José Antonio Monago este 2014, curiosamente desde que nuestro célebre Javier Gómez es el tesorero de la asociación. Y del mismo modo es inquietante en ocasiones la actuación de Colegas, siempre defendiendo su modo particular de afrontar la reivindicación de la diversidad sexual y de género, pero que mientras toma algunas iniciativas interesantes como pedir a la fiscalía que investigue las declaraciones de Reig Plà, o desarrolla proyectos de colaboración con la Policía Nacional de Getafe, arropa en sus declaraciones a Esperanza Aguirre cuando critica los estereotipos que se muestran en el Orgullo y facilita la foto para el lavado de imagen, o se reúne con la Liga de Fútbol profesional después de una magnífica campaña de Arcópoli y Halegatos denunciando la discriminación y el silencio al que somete a la diversidad sexual y de género en el mundo del deporte. Y, por último, también las personas lesbianas, gais, transexuales y bisexuales deben tener cierta cautela cuando se atrevan a pensar, porque, tras aparecer esta semana un artículo de Carla Antonelli denunciando esta doble moral del Partido Popular de que venimos hablando, la propia diputada ha denunciado tener noticias de personas a las que ciertos esbirros cercanos al Partido Popular madrileño habían presionado para que no difundieran el mencionado artículo.
Así que te pido que tengas cuidado al leer y compartir estas líneas con mi explicación de cómo funciona el pinkwashing y cómo el Partido Popular utiliza diferentes estrategias para limpiar su imagen, que corre el rumor de que hay ciertas personas, fregonas o lavanderas del PP, que mientras organizan premios y fotografías para dar las gracias por su particular pesebre se ponen un poco violentas si recuerdas que hay algunas manchas que son imposibles de quitar. Por eso, en palabras de Cervantes, debemos ir "poquito a poquito en esto de las alabanzas de la señora fregona, si no quiere que, como le tengo por loco, le tenga por hereje", sin dejar de preguntar al Partido Popular que ocupa Comunidad y Ayuntamiento de Madrid "¿dónde está una muchacha que dicen que sirve en esta casa, tan hermosa que por toda la ciudad la llaman la ilustre fregona?".