En cada uno de los relatos que integran este volumen la mujer se convierte en el vértice, se presenta como una realidad común y se expresa con profundidad de futuro. Cada palabra es una huella de libertad tras el rastro de una identidad querida, buscada y aceptada.

Descritas sin complejos ni complejidades, las circunstancias que rodean a los personajes de este texto vienen a ser un recorrido alrededor del ser humano femenino, a sus lados íntimos, a sus momentos infelices, a sus sexualidades plurales y sobre todo a su libertad para ser ellos mismos en cualquier momento, colmándolos de vida.

La autora hace uso de un estilo literario horizontal, verosímil, realista y capaz de trasmitir la insinuación de experiencias felices a pesar de que en ocasiones la crudeza de existir se imponga. Por eso el valor de esta obra es doble, puesto que converge en la intención de explorar lo mejor del universo femenino sea cual sea el momento vital que se describa.

Estos relatos, cada uno de ellos, son un paso al frente hacia la realidad primera, la de conocer la propia identidad, la humana sensibilidad de sentirse con vida, la femenina fuerza del detalle para reconocer los sentimientos