Con cada nueva entrega Dennis Cooper (Pasadena, 1953) ha ido cimentado su fama como el escritor más arriesgado, peculiar y agudo de su generación. Pero nadie que esté acostumbrado a sus controvertidas historias, sus afiladas frases y su concepción del crimen y el deseo podrá sorprenderse al saber que, antes de alcanzar una reputación como novelista, Cooper era bien conocido como poeta.

Los adjetivos aplicados por críticos y otros autores a libros como “Contacto”, “Cacheo” o “Tentativa” -todos ellos publicados por Anagrama- podrían aplicarse perfectamente a sus versos.

Su primer poemario, “Idols”, es considerado un clásico de la literatura transgresora, y el segundo, “The Tenderness of the Wolves” fue nominado para el premio literario del periódico Los Angeles Times.

“Dream Police” reúne por primera vez en castellano los mejores poemas de toda su trayectoria, incluyendo una selección de material no publicado en la edición original. Desde unos primerizos versos sombríos y autobiográficos hasta una última poesía más reflexiva y experimental, el análisis que Cooper hace de los peligros de toda relación humana le han convertido en un personaje singular de las letras norteamericanas.

El sexo, la muerte, la homosexualidad, la violencia, las drogas, el amor, la pornografía infantil, el nihilismo, el vacío y los vaivenes emocionales de la adolescencia son los principales puntos de referencia de una obra cercana al espíritu y la lúcida brutalidad de Burroughs, Mishima, Bataille o Genet.

Su obra podría situarse a medio camino entre la poesía de la experiencia, las mejores letras de Husker Dü o Joy División y una vanguardia más emocional que textual.

“Dream Police” (La policía de los sueños) es un volumen imprescindible para comprender la visión que Cooper tiene de la vida, el amor, el dolor y las profundidades a veces abisales de toda necesidad humana.